«Respeta las canas, brinda al anciano sabio los mismos homenajes que haces a tu padre».
Cada persona tiene una forma particular de ver el mundo e interpretar las cosas que le ocurren. Ante un mismo hecho cada uno puede tener una opinión o mostrar una actitud diferente.
Los seres humanos tenemos diferente formas de pensar y actuar ante las circunstancias de la vida. Lo conveniente para unos puede ser inconveniente para otros; lo justo en una sociedad puede parecer injusto en otra; lo que para unas culturas es normal para otras puede resultar escandaloso.
La gran diversidad de costumbres, lenguas y creencias de los habitantes del mundo, hace necesaria la práctica de actitudes sociales como el respeto.
El respeto por ser el ser humano es una actitud de vida que nos impulsa a valorar las posibilidades y limitaciones de los demás.
Es aceptar que existen diferencias de pensamiento y expresión y que estas son la base de la libertad de la persona.
El respeto se manifiesta por medio de otros valores como la tolerancia. Aprender la tolerancia es desarrollar los principios para vivir en comunidad. Es entender que no existen enemigos sino opositores, con los cuales podemos resolver las diferencias y los conflictos por medio del dialogo.
La tolerancia es la expresión mas clara del respeto. Tolerar no significa soportar a los demás , ni aceptar con resignación la injusticia. Es valorar a los demás por lo que son y aceptar con respeto lo distinto, lo diferente, lo que no es igual a nosotros.